Instruir a la Juventud e iniciarla en el conocimiento y en el amor de Dios; favoreciéndole una educación personalizada, abierta, comunitaria, liberadora, evangélica y solidaria; igualitaria, democrática e indiscriminada; con un desarrollo integral de la persona en sus dimensiones cognitivas, intelectuales, afectivas, emotivas y sociales; en lo ético y en lo moral, en la fe, en el deber ser, en la verdad y en la trascendencia; en la ciencia, en la tecnología, en la investigación y en la cultura, a través de un continuo mejoramiento; adaptándonos siempre a la naturaleza de los tiempos, lugares y personas.
Conscientes de pertenecer y de ser naturaleza, tratamos de conocerla, apreciarla, saberla engrandecer y bien administrar.